A veces creemos que todas las personas tienen la capacidad o la facilidad de informarse de la misma forma que uno mismo, y lo único que demuestra es que nos puede faltar empatía a «raudales».
Ayer el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, dirigió un discurso a la nación después de 7 días de confinamiento, durante el discurso y muchas horas después twitter, que es la red social donde podemos tomar el pulso a una ciudadanía hiperconectada, era un hervidero de críticas o de halagos al presidente, hasta aquí nada nuevo, forma parte, pero elevado al exponente que le quieras poner, del ambiente de crispación política y por supuesto con un factor añadido, el miedo.
Haré una valoración comunicativa, no política de una parte del discurso, creo que aclarar esta parte nos dice mucho del objetivo del mismo.
Suscitó las críticas del «respetable» una alusión que el presidente hizo, entre otros datos, al importante descenso del consumo de queroseno (combustible para los aviones), del combustible para los vehículos, y del consumo de datos de internet y de la robustez de las infraestructuras de telecomunicaciones.
A una sociedad como la española, acostumbrada a socializar en la calle, se nos hace muy difícil pasar los días enteros confinados en nuestras casas, con familiares a los que no podemos visitar, con hijos a los que tenemos que entretener y explicar qué hacemos tantos días en casa sin salir. Sólo llevamos 7 días, no podemos ponernos una venda en los ojos y creer que esto no va a ser más largo y duro en lo que respecta a la parte psicológica.
Qué se le pide a un responsable de un país
Más allá de que tome decisiones políticas que ayuden a solucionar el problema, con las que podemos estar más o menos de acuerdo, teniendo en cuenta que el sesgo retrospectivo nos puede jugar una mala pasada, sin conocer del todo el contexto socio económico de unos y otros países, a un responsable se le pide que lidere y que genere confianza en la ciudadanía.
Al principio de esta entrada te hablaba de la capacidad de informarse de la ciudadanía, y no querido lector, lamentablemente no todos tienen la misma capacidad o posiblidad de informarse, y los bulos y fake news que campan a sus anchas por las redes, sobre todo por WhatsApp por su alta penetración social, sólo hacen más que generar desasosiego, incertidumbre que pueden derivar en trastornos psicológicos que agraven la situación particular de cada hogar.
Lo que no se mide es subjetivo
En marketing y en la gestión en general se dice que lo que no se mide y no está escrito no es medible ni comparable, al no poderse comparar está sujeto a la subjetividad, por lo tanto si en un gobernante pedimos que sea claro y traslade confianza, más allá de la carga emocional del discurso, necesitamos datos que avalen que el esfuerzo que hacemos quedándonos en casa está dando resultados, los que sean pero que veamos recompensado nuestro esfuerzo.
Un descenso del queroseno implica que no se está viajando de país en país, un descenso del consumo del carburante nos indica que la gente, “como tú que estás en casa sacrificado” se mueve lo imprescindible, un aumento de datos de internet y la puesta en valor de la robustez de las infraestructuras, nos libera de la incertidumbre de preguntarnos si se va a caer internet como voy a entretener a mis hijos pequeños, o qué voy a hacer si no puedo ver las series, o para los que trabajamos cómo vamos a seguir con nuestras tareas o mantenernos conectados cómo vamos a hablar haciendo videollamadas a nuestros padres y abuelos. Es posible que todos veamos esto como un «así debe de ser«, pero a mi mismo se me pasa por la cabeza que esto pueda suceder y estoy seguro que a tí también, todo podría caer porque hay personas detrás, el único objetivo es la CERTIDUMBRE, que nos permita mantener la moral alta a todos.
Pequeños grandes retos
Los resultados, nos llevan diciendo desde el primer día «se verán en semanas«, que van a llegar momentos duros, sí, llegarán, y esto también se le pide a un dirigente, que sea realista. Pero más allá de lo racional, está lo emocional, y te pido que te pongas en el lado de mi padre, del tuyo o de algún familiar que está en casa sin poder ir a su centro de día, y dónde actualmente su capacidad informativa proactiva es nula, y que, escuchando estos datos se sienta participe de estos pequeños logros/retos que nos van a permitir una dosis de motivación extra, para afrontar un esfuerzo mayor en las próximas semanas.
Permíteme que te cuente una pequeña anécdota, cuando entrenaba a niñas benjaminas (8 años) a baloncesto, en algunas ocasiones nos pegaban unas palizas de auténtico escándalo, un año de diferencia es mucho y casi todas las niñas eran de primer año, no era mi trabajo ganar el partido, sino mantener la motivación estable durante todo el encuentro a base de pequeños retos. Frases como “ahora vamos a conseguir dar 4 pases seguidos”, “tenemos que lograr que Laura coja el balón”, “vamos a intentar pasar de medio campo”.
Este ejemplo, salvando las distancias por la trascendencia de lo que estamos hablando, que es de vidas humanas, nos permite acercarnos hacía la realidad de muchas de las personas que no están en redes, que no tienen capacidad o facilidad de informarse y de discernir la información y que necesitan de pequeños retos=datos que nos animen a seguir confiando en que lo que hacemos sirve para algo.
Cuídate y cuida de los tuyos.